Málaga está de moda. La capital de la Costa del Sol cada día deslumbra más. Y no solo porque disfrute de más de 320 días de sol al año y la temperatura rara vez baje de los 18ºC. “Está muy cambiada, preciosa”. Es el comentario general de quienes se encuentran con una Málaga moderna, acogedora, luminosa, llena de sabor y mucho arte.

Con vistas al mar, por favor
Ver el mar, tocarlo… ¡incluso darte un baño! Si ese es tu primer deseo cuando llegues a Málaga, encamina tus pasos a la Malagueta, la playa urbana más conocida. A su lado está el Puerto, con el moderno Muelle Uno, lleno de tiendas y restaurantes (aquí está José Carlos García, con una estrella Michelin) que adoptan todas las medidas de higiene y seguridad ante el coronavirus, y la imponente imagen de la Farola, el único faro con nombre de mujer en la península y todo un símbolo de Málaga.

Pero la Malagueta no es la única playa que tiene la ciudad. Hay muchas más: La Misericordia, El Palo, San Andrés, Guadalmar (con zona nudista), Los Baños del Carmen, Sacaba o el Peñón del Cuervo.
La Ruta de los Museos
Para conocer la historia más remota de Málaga hay que dirigirse al Teatro Romano, a los pies del Castillo de Gibralfaro. La fortaleza del siglo XV, que cuenta con la Alcazaba, se puede visitar y recorrer su muralla para contemplar la mejor panorámica de la ciudad. En el centro histórico está la Catedral de la Encarnación, conocida como ‘la manquita’ porque una de sus torres está inacabada. Justo al lado se encuentra la Casa natal y Fundación Pablo Ruíz Picasso, donde descubrirás más de 230 obras del pintor malagueño, uno de los mayores artistas del siglo XX.

Otro colección única es la que atesora El Museo Carmen Thyssen Málaga, en el Palacio de Villalón, con la muestra de pintura andaluza del siglo XIX más completa de España. El arte más moderno lo encontramos en el CAC Málaga ubicado en el antiguo Mercado de Mayoristas de Málaga. La fachada del Centre Pompidou Málaga no pasa inadvertida: un gran cubo de colores justo a la entrada del Muelle Uno es la sede andaluza del centro parisino con un recorrido por el arte de los siglos XX y XXI que cambia con exposiciones temporales. Málaga tiene muchos más museos dedicados a la historia y tradiciones, como el de la Semana Santa o el Taurino, pero si la moda y los coches son tu pasión, no puedes perderte el Museo Automovilístico y de La Moda, donde vas a poder admirar ejemplares únicos de marcas míticas, como Bugatti, Bentley, Rolls-Royce o Ferrari, y vestidos de alta costura de los grandes diseñadores en un ambiente lleno de elegancia y glamour.

UNA DE ‘PESCAÍTO FRITO’
En la gastronomía malagueña el ‘pescaíto’ frito es el rey. Boquerones ‘victorianos’, chanquetes, calamares, cazón… con un fino rebozado, ¡una auténtica delicia! Pídelo en locales con solera como la Bodega Bar El Pimpi, acompañado de vinos de Málaga. Otro lugar para acertar con la fritura es Los Mellizos, allí tienes que probar sus boquerones al limón, calamaritos, rosada, choco, las gambas cristal, el adobo, las tortillitas de camarones… Además de en Málaga, los encuentras en Benalmádena, en Torremolinos, en Marbella y en Fuengirola.

Otro clásico que triunfa en los chiringuitos de la playa son los espetos. Un invento malagueño que consiste en ensartar sardinas (y otros pescados, calamares y pulpo) en una caña y asarlos a la brasa dentro de una barca. En Pedregalejo y El Palo, dos barrios marineros, encontrarás buenos chiringuitos a pie de playa donde se asan espetos, como en Los Cuñaos, Miguelito el Cariñoso o el famoso El Tintero donde los camareros subastan a gritos los platos de ‘pescaíto’, todo un espectáculo que lleva triunfando desde hace más de 30 años.

Si tienes vértigo… ¡no mires hacia abajo!
La Costa del Sol cuenta con más de 150 km de playas para todos los gustos, con destinos conocidos en todo el mundo como Marbella. Pero la provincia de Málaga también sorprende con lugares maravillosos en su interior, lejos del mar, para vivir aventuras inolvidables como la ruta más vertiginosa que puedas imaginar: El Caminito del Rey, en la serranía de Antequera, recorre el paraje natural del Desfiladero de los Gaitanes.

Uno de los grandes atractivos del recorrido es el puente colgante de más de 30 metros de longitud y 105 de altura sobre el río Guadalorce. Pueden apuntarse los mayores de 8 años y toda la visita cuenta con las medidas sanitarias y el distintivo Covid Free.