Ha vuelto a ocurrir. Netflix es de nuevo el foco de los debates tuiteros después de estrenar 'Mudo', su nueva película original, que ha sido vapuleada por la crítica de forma (casi) tan salvaje como ya ocurriera con 'The Cloverfield Paradox' hace tan sólo un mes. Algunos apuntan ya a que los críticos le han dado la espalda a la plataforma, que aprovechan sus producciones más flojas para machacarla sin piedad, pero si hay algo incontestable en toda esta cuestión es que el nuevo filme de Duncan Jones es una decepción absoluta. Esperábamos la secuela espiritual -otro intento más- de 'Blade Runner' (1982) y nos encontramos, en cambio, con un neo-noir con pocas ideas. Ahora bien, ¿es justo utilizarla como ejemplo para criticar el modus operandi de Netflix? No nos pasemos.
'Mudo' nos traslada al Berlín de 2056 para contarnos la historia de Leo (Alexander Skarsgard), un Amish mudo que trabaja de barman y busca desesperadamente a su novia desaparecida (Seyneb Saleh). En esa búsqueda descubrirá los muchos secretos que ella escondía, mientras los espectadores somos testigos de los suburbios de un mundo lleno de robots sexuales, travestis sadomasoquistas y actividades criminales varias, orquestadas desde un laboratorio por dos colegas algo pasados de rosca, Duck (Justin Theroux) y Cactus (Paul Rudd). Unos nombres preciosos. Con este panorama, se desarrolla una historia que, al contrario que otros dramas cyberpunk de mucho calado como 'Días extraños' o incluso la reciente 'Altered carbon', no ahonda en nada más que en una superficial historia familiar. Y ni eso.
Duncan Jones se ganó los corazones de los amantes de la ciencia ficción con 'Moon' (2009), pero casi una década después nada de lo que ha hecho ha terminado de satisfacer a ese público. Por lo que parece, 'Mudo' tampoco. No es de extrañar: no hay grandes reflexiones, ni personajes apasionantes, ni razón de existir en esta película. Está a mitad de camino entre los arquetipos del cine negro -la femme fatale está ahí, pese a todo- y la distopía futurista, pero no destaca en ninguno de ellos. Puede ser una película disfrutable para los más apasionados del género, pero se siente como una derrota para un director que prometía más hace unos años.
Jones, que también agradó con 'Código fuente' (2011) y horrorizó con 'Warcraft: El origen' (2016), confiesa que ha tardado casi dos décadas en levantar este proyecto, con un guion que ningún productor de Hollywood quería llevar adelante. Hasta que llegó Netflix: el lugar donde muchos creadores maltratados por la industria tradicional están pudiendo hacer realidad sus proyectos más anhelados, con total libertad creativa y presupuestos nada desdeñables. El resultado de eso pueden ser maravillas como 'Okja' o 'Mudbound', u otras algo más cuestionables -y arriesgadas- como 'Bright' o 'The Cloverfield Paradox'. Nunca va a salir bien, y eso es algo que la maquinaria tradicional tampoco puede evitar. ¿Está siendo la crítica más dura con Netflix? ¿Ya ha olvidado a 'The Meyerowitz Stories' o 'Fe de etarras' cuando afirma que la plataforma de 'streaming' tiene un problema grave con el control de la calidad de sus producciones originales? Dada la cantidad de películas y series que traerá este año, es imposible que no encontremos manzanas podridas. Pero si son necesarias para que talentos como los de Noah Baumbach, Dee Rees, Bong Jon-hoo, Borja Cobeaga o la próxima de Martin Scorsese ('The Irishman') puedan desarrollarse en libertad y verse en todo el mundo, quizás vale la pena el mal trago.

Mireia es experta en cine y series en la revista FOTOGRAMAS, donde escribe sobre todo tipo de estrenos de películas y series de Netflix, HBO Max y más. Su ídolo es Agnès Varda y le apasiona el cine de autor, pero también está al día de todas las noticias de Marvel, Disney, Star Wars y otras franquicias, y tiene debilidad por el anime japonés; un perfil polifacético que también ha demostrado en cabeceras como ESQUIRE y ELLE.
En sus siete años en FOTOGRAMAS ha conseguido hacerse un hueco como redactora y especialista SEO en la web, y también colabora y forma parte del cuadro crítico de la edición impresa. Ha tenido la oportunidad de entrevistar a estrellas de la talla de Ryan Gosling, Jake Gyllenhaal, Zendaya y Kristen Stewart (aunque la que más ilusión le hizo sigue siendo Jane Campion), cubrir grandes eventos como los Oscars y asistir a festivales como los de San Sebastián, Londres, Sevilla y Venecia (en el que ha ejercido de jurado FIPRESCI). Además, ha participado en campañas de contenidos patrocinados con el equipo de Hearst Magazines España, y tiene cierta experiencia en departamentos de comunicación y como programadora a través del Kingston International Film Festival de Londres.
Mireia es graduada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y empezó su carrera como periodista cinematográfica en medios online como la revista Insertos y Cine Divergente, entre otros. En 2023 se publica su primer libro, 'Biblioteca Studio Ghibli: Nicky, la aprendiz de bruja' (Editorial Héroes de Papel), un ensayo en profundidad sobre la película de Hayao Miyazaki de 1989.