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Hay películas que saben pillarte a contrapié. Películas que van mostrando sus cartas sin prisa, pero sin pausa, y que, en el momento más inesperado, se sacan ese as de la manga que asegura un triunfo incontestable. 'Anora', el nuevo film de Sean Baker –el autor de hitos del 'indie' reciente como 'Tangerine' o 'Red Rocket'–, pertenece a esa estirpe de obras que, sin perder la honestidad en ningún momento, apuntan en una dirección para luego, como si fueran un boomerang, girar en el aire y darte una estocada inolvidable. Eso es lo que ocurre con esta fábula tragicómica en la que una chica que se dedica al 'lap dance' –Anora, aunque en realidad prefiere que la llamen Ani– se convierte en el objeto de deseo del hijo de un oligarca ruso, Ivan, que está dispuesto a invertir cantidades ingentes de dinero –calderilla para él, una fortuna para ella– en garantizarse los servicios de la escort en exclusiva.
Desde los primeros compases de la película, Baker hace gala de su capacidad para abordar entornos y situaciones espinosas, abonadas a una cierta amoralidad, sin juzgar en ningún momento a sus personajes. Este talento inusual permite al director de Nueva Jersey acercarse a mundos situados en los márgenes de lo social –tanto en la pobreza como en el privilegio más obsceno– sin caer en ningún tipo de sordidez o moralismo. Es desde esta perspectiva que el primer tercio de 'Anora' se convierte en una excitante relectura de la historia de Cenicienta, que en la década de 1980 ya trasladó al ámbito del comercio sexual la icónica 'Pretty Woman'. En este sentido, resulta fascinante el modo en que Baker invita al espectador a participar del embelesamiento que provoca en Ani la posibilidad de gozar de los lujos que le ofrece Ivan a cambio de unos cuantos revolcones diarios. Aunque también es cierto que habrá espectadores que –como le ocurrió a este crítico– no lograrán gozar del todo con el espectáculo de frivolidad, dispendio e indolencia que monta el niño mimado ruso y sus secuaces.
Luego, como ocurría en 'Tangerine' –con la que 'Anora' merece compartir el calificativo de mejor película de su autor hasta la fecha–, Baker conduce su nuevo film a un terreno híbrido entre el thriller criminal y la comedia histérica. El autor de 'The Florida Project' es un sagaz observador de las peculiares subculturas que habitan sus personajes, y en este caso saber saca punta tanto del universo del 'lap dance' –con las envidias que genera entre las compañeras de Ani su salto a la riqueza– como del ecosistema que rodea al hijo del oligarca, formado por pseudo-gánsteres incapaces de mantener bajo control al pendejo insolente. Baker maneja el ritmo de la acción con soltura y nunca permite que la temperatura cómica decaiga. Aunque, en el fondo del relato, cada vez se va haciendo más evidente que el sueño de Ani puede devenir una pesadilla.
La memorable recta final de la película, que vale la pena no 'spoilear', lleva la acción al territorio de la lucha de clases, un crudo enfrentamiento entre la arrogancia capitalista y la dignidad de los desheredados que no suele florecer en el cine norteamericano contemporáneo. En ese sentido, Baker es una rara avis capaz de amar a sus personajes con el corazón de Chaplin, la irreverencia de John Landis –nunca es mal momento para reivindicar 'Entre pillos anda el juego', la mejor comedia sobre la indecencia del capitalismo– y la compasión de Robert Bresson. Y es que, en la recta final de 'Anora', este crítico no pudo evitar repensar el conjunto de la película, con su aguda disección del culto a la riqueza, como una revisión de 'El dinero' de Bresson, pero con una heroína trágica a la altura de la maltratada protagonista de 'Mouchette'.
Para seguir creyendo en la fuerza subversiva de la comedia
Lo mejor: La actriz Mikey Madison, que convierte a Ani en una inolvidable heroína trágica.
Lo peor: El celebratorio festín de banalidad del arranque del film no es fácil de digerir.
Ficha técnica
Dirección: Sean Baker Reparto: Mikey Madison, Mark Eydelshteyn, Yuriy Borisov, Karren Karagulian, Vache Tovmasyan País: Estados Unidos Año: 2024 Fecha de estreno: 31-10-2024 Género: Drama Guion: Sean Baker Duración: 138 min.
Sinopsis: Anora, una joven trabajadora sexual de Brooklyn, tiene la oportunidad de vivir una historia de Cenicienta cuando conoce e impulsivamente se casa con el hijo de un oligarca. Cuando la noticia llega a Rusia, su cuento de hadas se ve amenazado, ya que los padres parten hacia Nueva York para intentar conseguir la anulación del matrimonio.
Manu Yáñez es periodista y crítico de cine y está especializado en cine de autor, en su acepción más amplia. De chaval, tenía las paredes de su habitación engalanadas con pósteres de ‘Star Wars: Una nueva esperanza’ de George Lucas y ‘Regreso a Howards End’ de James Ivory, mientras que hoy decora su apartamento con afiches de los festivales de Cannes y Venecia, a los que acude desde 2003. De hecho, su pasión por la crónica de festivales le cambió la vida cuando, en 2005, recibió el encargo de cubrir la Mostra italiana para la revista Fotogramas. Desde entonces, ha podido entrevistar, siempre para “La primera revista de cine”, a mitos como Clint Eastwood, Martin Scorsese, Angelina Jolie, Quentin Tarantino y Timotheé Chalamet, entre otros.
Manu es Ingeniero Industrial por la Universitat Politécnica de Catalunya, además de Máster en Estudios de Cine y doctorando en Comunicación por la Universitat Pompeu Fabra. Además de sus críticas, crónicas y entrevistas para Fotogramas, publica en El Cultural, el Diari Ara, Otros Cines Europa (escribiendo y conduciendo el podcast de la web), la revista neoyorkina Film Comment y la colombiana Kinetoscopio, entre otros medios. En 2012, publicó la antología crítica ‘La mirada americana: 50 años de Film Comment’ y ha participado en monografías sobre Claire Denis, Paul Schrader o R.W. Fassbinder, entre otros. Además de escribir, comparte su pasión cinéfila con los alumnos y alumnas de las asignaturas de Análisis Fílmico de la ESCAC, la Escuela Superior de Cine y Audiovisuales de Cataluña. Es miembro de la ACCEC (Asociación Catalana de la Crítica y la Escritura Cinematográfica) y de FIPRESCI (Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica), y ha sido jurado en los festivales de Mar del Plata, Linz, Gijón, Sitges y el DocsBarcelona, entre otros.
En el ámbito de la crítica, sus dioses son Manny Farber, Jonathan Rosenbaum y Kent Jones. Sus directores favoritos, de entre los vivos, son Richard Linklater, Terence Davies y Apichatpong Weerasethakul, y su pudiera revivir a otros tres serían Yasujirō Ozu, John Cassavetes y Pier Paolo Pasolini. Es un culé empedernido, está enamorado de Laura desde los seis años, y es el padre de Gala y Pau.